Es a través de los sentidos que nos ayudan a conocer el mundo exterior, y si tengo que escoger cuál predomina en mí, sin duda diría la vista. Hay quien tiene buen oído y se deja llevar y admirar por los sonidos, incluso por el silencio, el sonido sigiloso del viento o del mar. Hay otros quienes su buen paladar les delata y la mayoría de sus recuerdos provienen de allí.
La mirada no es solo la manera particular que tenemos de contemplar, sino que en nuestra mirada, rebosan los recuerdos y es reflejo de nuestro corazón. En la mirada hay una sinergia entre aquello que observamos y nuestra manera particular de mirar, que proviene de nuestro interior. ¿Hay otra mejor manera que conocer a alguien por la manera que tiene de mirar?
¿De qué hablan nuestras miradas? ¿De qué habla tu mirada?
Sin duda, durante mi estancia en Italia, mi mirada me hablaba de belleza, de verdad y de libertad.
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