¿Alguna vez has pensado que lo que te está sucediendo es tan surrealista que parece que formas parte de un reality show?
Esto mismo le sucede a Truman, el protagonista de la película El Show de Truman (1998) cuando sin saberlo es el protagonista de un programa de televisión donde la audiencia está 24 horas observando su vida.

Su vida tiene un tinte de falsedad e incluso su mujer no le quiere de verdad, pues su amor es parte de un guion, donde ella tiene una máscara permanentemente puesta, donde obsesionada por la perfección, se limita a sonreír y a dar publicidad de electrodomésticos, de recetas que aparecen en escena… ¿Nos recuerda a algo hoy en día? Podemos asemejar a las redes sociales de hoy en día, donde muchas personas actúan bajo esta máscara.
“¿Nunca has pensado que tu vida ha sido conducida?” Se pregunta Truman en un momento dado de la trama. Pues a raíz de una historia llena de entresijos que incluso producen agobio y planos que simulan cámaras de grabación, el espectador es consciente de todos los estímulos que rodean a Truman y que le incitan a escoger el destino que él cree desear.
Desde pequeño, le cortan sus alas y su deseo de ser investigador; le crean un trauma de miedo al agua para limitar sus viajes y que esté toda la vida en su pueblo, que se encuentra rodeado de mar; se enamora de la chica que no está previsto y por ello, la quitan de su vida echándola del programa. Además, ya de adulto, le ponen limitaciones en la agencia de viajes para coger un vuelo. Todo es un show muy bien montado para convertir a Truman en lo que ellos quieren.
Al principio, todo parecen coincidencias hasta que Truman va siendo consciente de que hay un complot que pretende determinar su destino.
Como conocen su vida con todo detalle, ya que le llevan observando desde que nació, la publicidad y los anuncios de la tele y de la radio también responden a sus actuaciones y saben qué mensajes lanzarle para manipularlo y que no escape del camino que quieren para él.
El resumen de su vida es “una vida emitida al directo”, de tal forma, que los espectadores saben todo sobre él, por lo tanto, le conocen y pueden intuir sus próximas actuaciones. Su vida es comentada por todo el mundo, no tiene privacidad. ¿Hasta qué punto hoy en día la infravaloramos?
El peligro del abuso de las redes sociales, es que nos podemos convertir en usuarios que también emitimos nuestra vida en directo, a personas que nos pueden querer y preocuparse por nosotros, pero también a otras que comentan nuestra vida pero no se interesan verdaderamente por nosotros. O incluso caer en estar más pendientes de lo que hacen los demás que reflexionar y actuar en nuestra propia vida. Es un tiempo que desaprovechamos para enriquecernos con tantas cosas bellas que nos ayudan a nuestro crecimiento personal.

En la primera parte de la película, Truman todavía no es consciente de la realidad, y cada mañana saluda a sus vecinos, va a trabajar y vive su vida de manera cómoda sin cuestionarse nada. Sin embargo, la trama da un giro cuando Truman comienza a darse cuenta de que algo no va bien y empieza a investigar qué es.
Prisionero de una ilusión, decide buscar la verdad, pero no lo tiene fácil, y le ponen muchos obstáculos. ¿Cuáles son los problemas que nos encontramos en mitad de nuestro camino y que nos impiden descubrir la verdad, luchar por nuestros sueños?
No es casualidad que el guion de la película esté escrito por Andrew M. Nicool, que también ha dirigido la película Gattaca (1997), una película distópica. Pues el Show de Truman, sin ser de género distópico, nos muestra a gran escala cómo puede ser una vida manipulada: consumista, mecánica, llena de apariencias y centrada en la producción, sin espacio para que el individuo piense por sí mismo. ¿Qué quieres tú? Al margen del camino que la sociedad te empuje a seguir.
El tránsito de Truman desde la simulación donde vive a la vida real, no es fácil. Pues este paso lo representa la película como una tormenta en mitad de la noche, donde a Truman, en su barco hacia la libertad, le provocan una tormenta gigante que casi termina con su vida. Pero su lucha por la libertad es mayor. El motor de esta lucha es el amor y querer dirigir su propia vida, pues quiere salir de su falso mundo y encontrarse con la chica de quien se enamoró cuando era joven. La única que le dijo en su momento la verdad.
Truman se ha enfrentado a lo más difícil: la duda, la reflexión, impulsado por un amor de verdad, no como el amor que vivía con su mujer que formaba parte del guion.
Ha evolucionado de una posición de aceptar el mundo como es, a una reflexión sobre aquello que ve. Pues solo con esa reflexión viviremos de verdad.

Donde Truman cree que se encuentra el horizonte del mar, realmente se encuentra la pared del plató que simula el cielo. Truman decide dejar atrás su celda y asciende por unas escaleras hacia el mundo real, como una metáfora de ascender hacia la verdad. Rechaza la mentira donde vivía y quiere dejar de ser una marioneta. Este falso horizonte lo podemos asemejar a las barreras que en muchas ocasiones nos impone la sociedad para dirigirnos.
Pasar de la pasividad a la reflexión y a la cuestión de nuestro entorno no es sencillo. Pero solo una mirada que cuestiona y se pregunta es capaz de ascender hacia la verdad. Y subir esas escaleras que subió Truman.
¿Te limitas a ser un personaje más, un espectador de la vida de los demás sin reflexionar sobre la tuya? ¿O quieres pensar por ti mismo?

Muy interesante esta reflexión sobre el
mundo actual y la sociedad en la que vivimos. Deberíamos pararnos un momento para pensar a qué dedicamos nuestro tiempo, nuestro bien más preciado.
Un saludo y sigue escribiendo ..
Muy buena reflexión. Necesitamos más artículos como este donde nos sacudan para hacer una pausa en la monotonía de la vida y reflexionar sobre nuestro camino.
Muy buen artículo Bea, te hace reflexionar. ¡Gracias!
Que gran película y que bien la has relacionado con la actualidad. Maravilloso tu análisis. Grscias por ayudarnos a exprimirla. Felicidades!!!!
Estu